LA MESITA DE LA ABUELA
Una
señora que había vivido toda la vida con su marido quedó viuda cuando estaba
próxima a cumplir los 80 años. Sus hijos, que desde hacía tiempo se habían
independizado y tenían cada uno su propia familia, se reunieron para decidir
¿qué hacer? todos estaban de acuerdo en que no podía dejarla sola, pero
ninguno quería llevarla a vivir a su casa. La idea de llevarla a un hogar de
ancianos también fue descartada, pues todos alegaron no contar con el dinero
suficiente para pagar las mensualidades. Ya estaban a punto de pelearse,
cuando intervino la nieta preferida de la señora, una encantadora niñita de
cuatro años, hija del menor de los hijos, y dijo que ella quería que la
abuelita se fuera a vivir a su casa. Ninguno se atrevió a decir que no, pues
la niñita era la adoración de toda la familia, y además la abuela estaba
presente cuando la pequeña hizo su ofrecimiento.
De modo
que los padres de la niña no tuvieron más remedio que llevarse a vivir a la
abuela con ellos. Desde la muerte de su esposo el ánimo de la señora había
decaído mucho y su salud había empezado a deteriorarse rápidamente. No veía
ni oía bien, y las manos le temblaban continuamente. Su hijo y su nuera no le
tenían la más mínima paciencia, y en todo momento la regañaban y la hacían
sentir torpe e inútil. Con frecuencia le gritaban, y a veces incluso la
tomaban de los hombros y la sacudían, reprochándole sus achaques.
La falta
de consideración por la señora llegó a su punto máximo cuando decidieron
instalarle una mesita en un rincón del comedor, para no tener que verla
temblequeando y dejando caer gotas de sopa o granos de arroz sobre el mantel.
Un día, al llegar del trabajo, el padre encontró a su hija tratando de
construir algo con sus bloques de madera de juguete. Cuando le preguntó qué
estaba haciendo, la niña le contestó inocentemente:
Estoy
construyendo una mesita para que tú y mamá coman cuando estén viejos.
Al oír a
su hija hablar así, al hombre se le encogió el corazón y corrió a contarle a
su esposa, con lágrimas en los ojos, lo que la niña acababa de decir.
Desde
entonces la abuela volvió a tener un lugar en la mesa, y fue tratada por su
hijo y su nuera con el respeto que se merecía.
Autor. Carlos Félix
ACTIVIDAD:
Teniendo en cuenta el cuento y la definición
de respeto Contestar las
siguientes
preguntas:
sconsiderados, abusivos, groseros, egoístas, ofensivos, dañinos.
1. Nombre los personajes que interviene
en el cuento
2.
Escriba dos actitudes, cualidades o
comportamientos de cada uno de los personajes que intervienen en la historia.
3.
Realice una escala de antivalores que considera
sobresalen
en
la historia.
4.
Teniendo en cuenta el punto anterior,
realice
una escala de valores
que
contrarrestan los
antivalores.
5.
¿Con cuál de los personajes del cuento de identifica?
, argumente su respuesta.
6.
¿ Qué otro título y final le daría a la historia?
Argumente su respuesta.
7.
¿Cómo aporta usted, a que este valor se ponga en
práctica en los contextos en los cuales desarrolla su vida? (Familia, trabajo,
amigos)
8.
¿Cuál es la enseñanza que nos deja en el cuento?
(La mesita de la abuela)
9.
¿Cuál o cuáles considera que son los valores que
resalta el cuento?
10.¿Teniendo en
cuenta la actividad grupal, cual es la relación que se establece entre el valor
trabajado, (respeto) y el contexto indicado?
11.
¿Qué fortalezas tiene una persona que posee el
valor del respeto?.
12.
¿Qué falencias tiene una persona que carece del
valor del respeto?
13. Además:
¢
Comentar con una persona de su familia, trabajo y/o
colegio, lo que opina acerca del valor del respeto, como lo aplica en su vida y
como ayuda a que otros lo hagan, luego de escuchar la respuesta de dicha
persona, se complementará con lo aprendido en la actividad.
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BELLA HISTORIA NO TRATEMOS A LOS VIEJITOS DE MAL MANERA TRATEMOLOS CON EL RESPETO Q ELLOS SE MERECEN
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